Amigo/a, ¡ponte en marcha! 🏃♂️
¿Te gusta hacer planes, o te consideras más una persona espontánea? Yo me considero espontáneo para cosas del día a día, pero planificado a la hora de llevar a cabo proyectos. ¡De hecho, a veces puedo darle demasiadas vueltas a los detalles en mi cabeza, al intentar planificarlo todo a la perfección! =)
Dios, por Su parte, trabaja de una manera mucho más práctica y sencilla. Él no te pide comprender el plan entero, ni hacer planificaciones elaboradas: Él solo te pide dar pasos de fe en tu día a día.
Mira el ejemplo del apóstol Pablo. Acababa justo de tener un encuentro con Jesús, y “temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer” (Hechos 9:6). ¡El Señor no le dijo ni con quién iba a encontrarse! Pablo solo sabía que tenía que ir a la ciudad, y que ahí entendería más.
A Abraham le pasó algo similar, cuando Dios le dijo: “Sal de tu tierra y de tu parentela, y ven a la tierra que yo te mostraré” (Hechos 7:3). En ambos casos, todo comenzó por un simple paso. Ese simple paso confirmaba la fe en sus corazones, esa fe que dice: “no entiendo qué es lo que tienes planeado, Dios mío, pero confío en Ti, y me pongo en marcha...”. Y en ambos casos, ese primer paso les llevó a cumplir el destino increíble que Dios tenía para sus vidas.
Amigo/a, el Señor nos revela Su voluntad cuando nos ponemos en movimiento. No esperes a entenderlo todo o conocer los detalles para empezar a moverte. Sencillamente, levántate hoy y da un primer paso hacia lo que Dios te está llamando hacer. ¡Este primer paso es el comienzo de la aventura más extraordinaria que puedas imaginar!
Te llevo en mi corazón