Amigo/a, 🛡Pon tu escudo delante
Si hay algo que puede mantenerte firme en el camino y que puede ayudarte a avanzar de manera constante, ese algo es la fe. A lo largo de mi vida, la fe ha sido clave para obtener la victoria en diferentes situaciones, pero he tenido que aprender a usarla de manera efectiva.
Pablo ministraba a su joven discípulo Timoteo, diciéndole: “Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido” (1 Timoteo 4:6). Acababa de darle una serie de directrices sobre cómo dirigir la iglesia que pastoreaba, y mencionó un concepto muy interesante: el de nutrirse con las palabras de la fe.
Uno de nuestros enemigos más grandes es la incredulidad. Y no me refiero al hecho de no creer en Dios, sino al de no creer en Sus promesas. El enemigo nos bombardea a menudo con mentiras, y la única forma de bloquearlas es usando el escudo de la fe (Efesios 6:16). ¿Recuerdas que hablamos de ello en una serie anterior? De la misma forma que un guerrero pone el escudo delante de él para frenar las flechas y la espada del enemigo, nosotros también tenemos que poner esas palabras de fe delante de nosotros para frenar las mentiras de las tinieblas:
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Si el enemigo te dice que eres un perdedor, ¡declara que eres más que vencedor en Cristo! (Romanos 8:37)
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Si te quiere hacer sentir culpable, ¡declara que has sido perdonado y limpiado por medio de Jesús! (1 Juan 1:9)
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Si te dice que eres un don nadie, ¡declara que eres un rey y sacerdote en el Reino de Dios! (Apocalipsis 1:5-6)
Amigo/a, ¡nútrete con las palabras de fe! No sólo te ayudarán a resistir las mentiras del enemigo, sino que además te levantarán y te darán la energía suficiente como para seguir avanzando en el camino.
Eres precioso/a para Dios