🤔 Piensa en ello
Nuestra mente está llena de pensamientos constantes. Si hoy hicieras una pausa para identificar en qué piensas más, ¿cuáles serían tus tres temas principales?
Tal vez estás atrapada en lo que podría salir mal, en tus miedos o en preocupaciones que te roban la paz. Quizás tu mente gira en torno al trabajo, las exigencias, o pensamientos superficiales que no nutren tu interior.
Recuerda esto: lo que alimenta tu mente, moldea tu carácter.
Amigo/a, si queremos perseverar y ver cumplidas las promesas de Dios en tu vida, necesitamos cuidar lo que dejamos entrar en nuestros pensamientos. No podemos esperar vivir con fe, si pasamos más tiempo pensando en nuestros problemas, que en las verdades de Dios.
Por eso su Palabra nos dice: “Sino que en la ley de Jehová está su delicia,Y en su ley medita de día y de noche.” Salmo 1:2 (RVR1960) Este versículo, nos revela una clave poderosa: meditar en su Palabra de día y de noche.
Y ¿qué significa meditar? Meditar es reflexionar, volver una y otra vez a un pasaje, profundizar en su significado y permitir que transforme tu forma de ver, sentir y vivir.
¡Hay tanta riqueza en las Escrituras! Somos profundamente bendecidos cuando buscamos comprender su verdad en comunión con Dios.
Cuando la Palabra ocupa tu mente, tus pensamientos se alinean con la verdad. Eso renueva tu fe, te da claridad y te impulsa a seguir con convicción. Perseverar se vuelve posible cuando tu mente está anclada en lo que Dios dice.
🎯 Si no sabes por dónde empezar, toma tu versículo favorito, léelo varias veces y pídele a Dios que alumbre los ojos de tu entendimiento, para que la palabra transforme tu corazón y vida.
¡Te sorprenderás de cuánto te bendecirá meditar regularmente en las Escrituras!
