🌱 Pequeños comienzos, grandes resultados
Cada inicio de año, miles y millones de personas toman la valiente decisión de hacer una lista de propósitos de Año Nuevo, llena de emoción y expectativa, pensando que este será el año en que finalmente lograrán cumplirlos. Sin embargo, lamentablemente las estadísticas nos dicen que solo el 8% logra cumplir sus propósitos todo el año. Y lo que es peor, según estas mismas estadísticas, el 77% renuncia ¡después de la primera semana!
¿Sabes por qué? Los estudios realizados al respecto indican que tres de las principales razones son la falta de autocontrol, el estrés y las emociones negativas. La realidad es que muchos comenzamos el año con toda la motivación, pensando, soñando o deseando que este año sea diferente en algunas áreas de nuestra vida. Esto nos lleva a establecer metas o propósitos, y muchas veces estos son demasiado ambiciosos, amplios o poco específicos.
Esta combinación de factores hace que, muchas veces, después de la primera semana o del primer mes, abandonemos la mayoría de los propósitos que nos hemos propuesto. Irónicamente, esto solo aumenta nuestras emociones negativas, estrés y falta de autocontrol.
Hoy quiero invitarte a ver este nuevo año, este comienzo, como la oportunidad de hacer algo diferente. Quiero invitarte a proponerte crecer en tu vida espiritual, en tu relación con Dios. Quiero invitarte a ver este nuevo año como una oportunidad para experimentar a Dios de una manera nueva o más profunda, y que esto sea tu prioridad durante este año.
Ahora, ¿cómo evitar caer en la estadística del 8%? Bueno, te voy a dar algunos consejos para lograrlo. Puedes aplicar con cualquier propósito de año nuevo que te propongas.
Aquí está el primero: Pequeños comienzos, grandes resultados. ¿Qué significa esto? Que, para cumplir tus propósitos de este año, especialmente los relacionados con crecer espiritualmente, debes pensar en pequeños pasos alcanzables.
Por ejemplo, hace unos años me propuse leer toda la Biblia en un año. Esto requeriría leer de 4 a 5 capítulos por día. La verdad es que no siempre podía hacerlo; a veces solo alcanzaba a leer un capítulo al día. Esto podría haberme desanimado y llevado a abandonar, pero decidí continuar de todos los modos, aunque solo lograra leer un capítulo al día. Y, bueno, después de dos años logré terminar de leer la Biblia completa, de principio a fin. Si hubiera dejado de intentarlo por no poder leer los 5 capítulos diarios, no habría logrado la meta. Pero los pequeños pasos me ayudaron a alcanzarla.
Mira lo que dice este pasaje; "No menosprecien estos modestos comienzos, porque el Señor se alegrará cuando vea que el trabajo se inicia" (Zacarías 4:10).
Amigo/a, no menosprecies los pequeños pasos, Dios valora los pequeños pasos de fe. ¿Qué pequeños pasos puedes tomar hoy para crecer en tu relación con Dios?
