💰 ¡Pagó nuestra deuda!

Seguimos en este plan especial de Semana Santa, reflexionando sobre la muerte y resurrección de Jesús y su significado para cada uno de nosotros.
"Anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz". (Colosenses 2:14, NTV).
¡Qué regalo tan asombroso! Existía un acta de decretos en nuestra contra, que representaba la deuda de nuestro pecado y la condenación de una Ley que éramos incapaces de cumplir. Pero Jesús la anuló y la clavó en la cruz. En otras palabras, su sacrificio pagó nuestra deuda y nos liberó de toda culpa.
Él no dudó en venir a este mundo, tomar sobre sí nuestra culpa y padecer el sufrimiento más grande de la historia para que fuéramos salvos y santificados.
Fue la hora más oscura, el momento más difícil, cuando el peso de todos los pecados, enfermedades, dolores y maldiciones de la humanidad cayó sobre Él (1 Pedro 2:24). Aceptó la cruz, bebió hasta la última gota de la copa del sufrimiento y entregó su vida para darnos no solo salvación eterna, sino una relación con Él.
Tómate un momento para pensar… ¿Puedes imaginar el precio que pagó por ti?
Pero eso no fue todo. Jesús venció a los poderes y principados de este mundo (Colosenses 2:15). Triunfó sobre ellos en la cruz, demostrando que su muerte no fue una derrota, sino la mayor victoria sobre el pecado, la muerte y Satanás.
Antes de Cristo, estábamos espiritualmente muertos, pero Él nos dio vida y nos perdonó por completo. Ya no hay condenación, porque Jesús canceló nuestra deuda en la cruz. Su victoria es nuestra victoria: ya no estás bajo el poder del pecado ni de fuerzas espirituales malignas. ¡Gloria a Dios!
Amigo/a, vive con la certeza de que en Cristo eres libre, perdonado y victorioso. No permitas que el enemigo siembre dudas en tu corazón sobre lo que Jesús ya ganó por ti en la cruz. ✨🙌

