Amigo/a, ¡no te olvides el pan! 🥖
¿Alguna vez has leído un pasaje de la Biblia y te has sentido bien, como si tu alma se hubiese quedado satisfecha?
A mí me ha pasado muchas veces a lo largo de mi vida, y me sigue pasando de manera habitual. Esos días en los que lees un pasaje de la Biblia, y uno de los versículos realmente te toca, y empieza a adquirir un significado en tu vida que no habías visto hasta ese momento. ¡Es algo tan precioso!
Dios dijo a través del profeta Amós: “He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová” (Amós 8:11). No sé tú, ¡pero yo quiero más de Su Palabra viva!
¡Amigo/a, Dios quiere darte más hambre de Su Palabra! Él anhela que hagas de la Palabra de Dios tu pan diario, y que te deleites en leerla y en meditarla.
Si te cuesta leerla de manera habitual, te quiero dar 3 consejos:
- Primero, no te sientas condenado(a). Dios no te obliga a leer la Biblia, ni eres un mal cristiano por no leerla tan a menudo como te gustaría.
- Segundo, es una invitación: No es una obligación, sino una invitación que Dios te extiende para descubrir los tesoros que ha preparado para ti en Su Palabra. Él tiene cosas preciosas reservadas para ti, que cambiarán tu vida por completo.
- Y tercero, “keep it simple”: Empieza por algo sencillo que puedas hacer a diario, como por ejemplo leer 5 minutos cada día de un libro de la Biblia que escojas, y dedicar un rato a intentar profundizar en el significado de ese pasaje. Pequeñas acciones repetidas a diario crean un cambio enorme en nuestras vidas.
Sí, Dios te invita a experimentar el poder de Su Palabra en este día.