🫣 No se puede esconder
¿Recuerdas lo que dijo Jesús acerca de la luz?
Él enseñó que nadie enciende una lámpara para esconderla debajo de un cajón. Sería absurdo: la luz se coloca en lo alto para que ilumine a todos los que están en la casa. Así también comparó a Sus discípulos con una ciudad construida sobre un monte, imposible de ocultar (Mateo 5:14-16).
Con esta imagen, Jesús nos recuerda que nuestra fe no fue diseñada para permanecer en silencio ni guardarse en lo íntimo. La luz que Él puso en ti fue creada para brillar, para guiar y para dar esperanza a quienes te rodean.
Muchas veces nos centramos tanto en nuestros problemas, en nuestras tareas y proyectos que dejamos de lado lo más importante. Vivimos en piloto automático, cumpliendo rutinas, mientras nuestra vida transcurre sin dar fruto en lo que realmente tiene valor eterno.
Dios no quiere que pierdas el propósito de tu vida.Él te llama a ser luz en este mundo, a brillar con valentía en medio de la oscuridad, a contagiar esperanza con tu forma de vivir. No fuiste creado para una vida apática ni sin sabor, sino para reflejar la vida de Cristo en cada palabra y en cada acción.
Amigo/a, no escondas tu luz. Tus actos de bondad, tu manera de hablar, tu disposición a perdonar y servir son como una lámpara encendida, mostrando el carácter de Dios a quienes te rodean.
Vamos a orar: “Señor Jesús, gracias porque me recuerdas que soy luz en este mundo. Ayúdame a no esconder lo que has puesto en mí, sino a brillar con valentía en cada lugar al que vaya. Que mi vida refleje Tu amor y que otros puedan encontrarte a través de mis palabras y mis acciones. Amén.”