Amigo/a, no olvides tu justificante… 📝

¿Recuerdas cuando eras pequeño y tenías que faltar un día a la escuela? No sé cómo era en tus tiempos, pero cuando yo era pequeño, siempre que faltaba a la escuela tenía que traer al día siguiente un justificante para los profesores firmado por mis padres. Ese justificante explicaba el motivo de mi falta, y la firma de mi padre ratificaba que lo que decía era verdad. Eso evitaba que fuese castigado.  Amigo/a, tú, de igual manera, has sido justificado por Dios. La Biblia dice que “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 5:1). Dios ha firmado a través del sacrificio de Jesús un justificante que ratifica que todas tus faltas han sido cubiertas, y que eres libre del castigo. Sí, has sido justificado por Dios mismo. ¡Wow! ¿No es increíble? Es más: la justicia de Dios vive en ti, y puedes usarla en cada momento. Cuando el enemigo trate de acusarte o de hacerte sentir mal, recuerda que has sido justificado, y que ahora Cristo vive en ti. Tienes una coraza que protege tu corazón, y que te da la autoridad para rechazar las obras del enemigo en tu vida. ¡La justicia de Dios borra todas tus injusticias! ¿Quieres que oremos juntos? “Señor, gracias porque me has perdonado, y porque Tu justicia me cubre. Dame fuerzas para caminar de acuerdo a Tu Voluntad, y para que pueda caminar haciendo lo que es justo delante de ti en cada paso que dé. ¡Que Tu Nombre sea levantado en mi vida! Gracias por todo, en el Nombre de Jesús. ¡Amén!”

No lo olvides nunca: ¡Eres un Milagro!