🙅🏻♂️ ¡No lo dudes!

La fe es el ancla que nos sostiene. Somos salvos porque creemos en lo que Jesús hizo por nosotros en la cruz. Es por la fe que vemos milagros, vivimos en libertad y caminamos seguros en medio de la incertidumbre.
Cada día necesitamos fe, incluso para tomar decisiones. ¿Cuántas veces te has sentido paralizado ante una elección importante? Esos momentos en los que el camino parece confuso y no sabes qué hacer, son oportunidades para ejercitar tu fe. Ahí es cuando debemos acudir a Dios y pedirle sabiduría con la certeza de que Él nos guiará.
Este versículo ha sido clave para mí en cada momento difícil en el que no sabía qué hacer. Santiago 1:5-6 (NTV) dice: "Si necesitan sabiduría, pídansela a nuestro generoso Dios, y él se la dará; no los reprenderá por pedirla. Pero cuando se la pidan, asegúrense de que su fe esté solamente en Dios y no duden, porque una persona que duda es tan inestable como una ola del mar que el viento arrastra y empuja de un lado a otro.”
Dios no se cansa de escucharnos, ni se molesta cuando venimos a Él. Al contrario, es generoso y está dispuesto a darnos dirección. Pero hay un detalle clave: debemos pedir con fe, sin dudar.
Cuando dudamos, somos como una ola que el viento mueve de un lado a otro. Si pedimos a Dios pero al mismo tiempo confiamos en nuestras propias fuerzas o en lo que el mundo dice, es como tratar de caminar en dos direcciones al mismo tiempo, y el resultado será que terminaremos: “estancados”.
Dios desea que nuestra confianza esté completamente en Él. No importa si la decisión es grande o pequeña, pídele sabiduría. Él promete dártela generosamente, sin reproche, siempre que te acerques con un corazón firme y confiado.
Amigo/a, ¿qué situación te está desafiando hoy y en la que necesitas la sabiduría de Dios? Pide con fe y confía en su dirección.

