☝🏻 No depende de ti
Amigo/a, muchas veces, la batalla comienza en nuestra mente y corazón. En tu caminar con Jesús, a menudo aparecen desafíos que parecen insuperables.
¿Te has preguntado alguna vez si tienes la fuerza, la voluntad o la capacidad para vivir como Cristo?
Te entiendo perfectamente porque, cuando enfrenté momentos muy difíciles en mi vida, me hice la misma pregunta.
Hasta que me encontré con esta poderosa verdad en Filipenses 2:13 (NTV): “Pues Dios trabaja en ustedes y les da el deseo y el poder para que hagan lo que a él le agrada”.
Este versículo nos muestra dos cosas importantes. Primero, el querer: Dios influye en nuestros deseos y motivaciones. Cuando sientes el deseo de servir, amar y obedecer a Dios, es porque Él está trabajando en tu corazón. Segundo, el hacer: Dios mismo nos capacita para llevar a cabo esos deseos. Te da la fuerza, la sabiduría y los recursos necesarios para cumplir su propósito.
Comprendí que no depende de mi esfuerzo, sino de tener un corazón entregado a Dios. Él es quien obra en nosotros, tanto el querer como el hacer su voluntad, porque nos ama, esto trajo una verdadera libertad en mi vida.
Es precisamente el Espíritu de Dios en nosotros, el que vive en ti, quien te motiva a querer conocerlo más, tomar las decisiones correctas, hacer su voluntad y ser cada día más como Él.
Entonces, Amigo/a, confía en que Dios está activamente trabajando en tu corazón, dándote no solo la voluntad, sino también la capacidad para cumplir con su propósito. Y así reflejar a Jesús en todo momento.
Empieza hoy mismo, a adoptar una actitud de dependencia diaria en Dios. Reconoce tus limitaciones y permite que su poder se perfeccione en tu debilidad.
Los llevo en mi corazón.