Amigo/a, 🎉 ¡No contengas tus deseos de adorarle!
Hey, me gustaría empezar la nueva serie de esta semana preguntándote: ¿Crees que te sientes suficientemente agradecido a Dios por todas las cosas que Él ha hecho por ti, y por todas las bendiciones que ha derramado sobre tu vida?
Muchas veces pasamos nuestra vida tristes, enfadados o preocupados por cosas que nos gustaría conseguir, pero nos olvidamos de las cosas tan increíblemente preciosas que Dios ya ha hecho en nuestras vidas, y de todas las cosas que Él nos ha prometido en Su Palabra.
Es por eso que, a lo largo de esta semana, me gustaría analizar contigo el Salmo 100. Este es uno de los Salmos más especiales de la Biblia, y no solo debido al número tan redondo que tiene, sino debido la invitación que nos hace a tener una gratitud radical hacia Dios en todo momento.
De hecho, este Salmo empieza diciendo: “Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra…” (Salmo 100:1).
Este primer versículo, como puedes ver, no incluye ninguna condición del tipo “si estás contento…”, o “si las cosas te han ido bien…”, entonces canta a Dios… ¡No, no hay condiciones!
De hecho, este pasaje no es una sugerencia ni una afirmación bonita: Es una invitación expresada en forma de mandato. Sí, Dios nos llama a cantarle en todo momento, y además, ¡a hacerlo con alegría!
Y quizá esto te confunde, y te preguntas por qué Dios te pediría hacer algo así… ¿Es algo que tenemos que hacer de manera forzada, aunque no lo sintamos? ¿Acaso Dios necesita que le cantemos? Y además, ¿con alegría?
La respuesta, sin embargo, no tiene que ver con lo que Dios necesita, sino con lo que tú y yo necesitamos. Hemos sido creados para tener una relación profunda con Él, y no hay nada que nos haga sentir más vivos y más llenos de Su Presencia que cuando centramos nuestros ojos en Él, y le adoramos de lo más profundo de nuestro corazón.
Ahí es donde nos sentimos como si estuviésemos en el Cielo, donde toda nuestra vida se alinea de nuevo con la voluntad de Dios y con la realidad de Su Reino… Y cuando esto ocurre, ¡el gozo empieza a fluir de nuevo en nuestras vidas de manera natural! ;)
Amigo/a, ¡no es una obligación: es una invitación gloriosa! Deja que Tu corazón se llene tanto de Él en este día, ¡que no puedas contener las ganas de cantarle con alegría!
A Él le gusta tanto este tipo de alabanza sincera, incondicional… y, además, ¡es de una bendición tan grande para tu vida!
Sí, deja de alabar y magnificar tus problemas, y canta y adora a Aquél que ya te ha dado Su victoria sobre ellos. ¡No hay nada mejor que puedas hacer en este día!