Amigo/a, ¡no caigas en la trampa…!
A lo largo de esta semana, hemos analizado este pasaje del libro de Josué, que constituye el núcleo del llamado de Josué para dirigir a Israel a la Tierra Prometida. Vamos a verlo entero:
“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” (Josué 1:8-9).
La última parte de este pasaje nos habla acerca de una de las mayores trampas del enemigo para impedirnos entrar en las promesas de Dios para nuestras vidas: el miedo. El enemigo es el padre de mentira, y trata siempre de lanzarte todo tipo de mentiras y de malos pensamientos con el objetivo de desestabilizarte y paralizarte, para que así no sigas avanzando hacia el destino que Dios ya tiene preparado para ti.
El miedo es como una prisión imaginaria, algo que te esclaviza y te impide avanzar, porque te lleva a mirarte a ti mismo/a, a tus limitaciones y a tus problemas. Es por eso que la clave de este pasaje se encuentra precisamente en el hecho de saber que Dios está siempre contigo, allí donde estés. Y no solo Él está contigo ahora, sino que estará luego también allí donde estés, y pasado mañana, y al otro… por toda la eternidad.
Amigo/a, ¡avanza sin miedo, Dios va a tu lado! Cuando tienes esta seguridad en tu corazón, se rompen los cerrojos de las cárceles del temor y de la inseguridad, y se abren las puertas que te conducen al destino glorioso que Él ha preparado para ti. ¡Hoy es el día para caminar incansablemente hacia la Tierra Prometida que Él ha preparado para ti!
Una vida saturada de las promesas y bendiciones de Dios te está esperando.
