Amigo/a, 🥸 No aceptes visiones distorsionadas de Dios
Llegamos ya al final de esta serie que nos ha llevado a recorrer el Salmo 100, y a profundizar en algunos de los tesoros que contiene.
El Salmo termina diciendo: “Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones” (Salmo 100:5).
Esa expresión de “porque el Señor es bueno, para siempre es su misericordia” es la que cantaron los levitas el día de la inauguración del Templo original de Jerusalén, construido por Salomón.
La Biblia dice que cuando empezaron a cantarlo, la Presencia de Dios vino de una manera tan fuerte sobre ellos, que no pudieron aguantarlo, y tuvieron que salir del templo.
¡Eso es lo que ocurre también en nuestras vidas cuando celebramos de todo corazón la bondad de Dios!
El diablo se ha esforzado desde el principio de la humanidad en crear una visión distorsionada de Dios.
Intenta hacernos sentir que no podemos realmente confiar en Dios, dándonos la visión de que es alguien caprichoso, duro, que nos usa, que no siempre nos contesta, que nos quita lo que nos da… y nos intenta convencer de que esto es debido a Su soberanía, y de que debemos no solo aceptarlo, sino además alabarlo.
Sin darnos casi cuenta, empezamos a crear una visión de Dios en nuestro interior que es distorsionada. Probablemente nunca lo diremos en voz alta, pero nos empiezan a inundar pensamientos tales como que Dios no siempre responde, que no puedes confiar siempre en Su ayuda, que a veces es injusto, y que además demanda ser alabado…
El enemigo trata de minarnos a través de esos pensamientos para que, aunque por fuera alabemos a Dios y confesemos que Él es bueno, en el fondo de nuestro corazón dudemos de esa afirmación, y que nos alineemos más con la frase que dijo aquella persona que enterró su talento: “Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste” (Mateo 25:24)
¡Te das cuenta de la visión que tenía esta persona de su amo, que es una representación de Dios! Esta persona no usó su talento porque se dejó engañar por el enemigo: creyó que Dios era alguien duro, exigente, egoísta… Y la historia se repite: el enemigo quiere que creas todas esas mentiras para minar tu relación con Dios en lo más profundo, y que no cumplas con tu destino.
Amigo/a, ¡no aceptes esas visiones distorsionadas de Dios! Si a día de hoy, cuando analizas los pensamientos que hay en tu corazón, no sientes realmente que Dios sea bueno, ¡es tiempo de ir al Padre y de pedirle que te ayude a ser libre de las visiones distorsionadas y de las confusiones que el enemigo ha puesto en ti!
Dios quiere que vivas una vida plena, y solo podrás vivirla cuando puedas proclamar con gozo en tu corazón y sin dudarlo ni un segundo que Dios es realmente bueno, que no hay nadie como Él. ¡Realmente no hay nadie como Él!
Oro por ti, para que la bondad de Dios te inunde en este día, y para que nunca más ni tú ni yo volvamos a dudar de ella ni un segundo.