Fecha de publicación 19 de jul. de 2024

👮 Ninguna autoridad

Fecha de publicación 19 de jul. de 2024

¿Cómo te sentirías ante la oportunidad de hablar con el rey o con el presidente de tu país?

Quizá algunas personas no le darían más importancia a ese acontecimiento, alegando que, en el fondo, el rey es solo una persona más de carne y hueso. La verdad, sin embargo, es que hay una cierta autoridad que a todos nos impone cuando nos encontramos con personas en cargos importantes. 

Normalmente los gobernantes y las personas en autoridad son personas seguras de sí mismas, capaces de transmitir confianza a los demás, de tomar decisiones y liderar. Están revestidos de una autoridad que no es innata a ellos: les ha sido concedida. Esto es precisamente lo que Jesús le dijo a Pilato, antes de ser crucificado: “Ninguna autoridad tendrías contra mí, si no te fuese dada de arriba...” (Juan 19:11).

Las enseñanzas de Jesús estaban cargadas de autoridad (Marcos 1:22). Él sanaba a los enfermos y echaba fuera demonios con gran poder. Y no solo eso: Él le dio esa misma autoridad a Sus discípulos para hacer milagros impresionantes (Lucas 9:1), a tal punto que llegó a decirles: “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre” (Juan 14:12).

Sí, Dios quiere hacer obras impresionantes a través de ti, y en colaboración contigo. Tienes esa naturaleza de rey, por medio de la cual puedes hablar con autoridad, y esa naturaleza de sacerdote, por la cual puedes interceder ante Dios por los demás. 

Amigo/a, eres un hijo/a de Dios, y tienes autoridad en el nombre de Jesús. Él mismo te la ha concedido, para que puedas ser un milagro para los demás. Que hoy puedas ser un canal de bendición para todos los que te rodean, y que milagros ocurran en sus vidas a través de ti, para la gloria de Dios.

Christian Misch
Author

Pasionado de las nuevas tecnologías y autor de "Un Milagro Cada Día", compartiendo inspiración diaria para seguir a Jesús.