Amigo/a, mantente firme en la fe
¿Alguna vez has sufrido por causa de tu fe? Es probable que, a lo largo de tu vida cristiana, hayas tenido que pasar por algunos momentos complicados a la hora de hablar de Dios o de querer hacer las cosas conforme a Su voluntad.
Recuerdo que, cuando estaba en el instituto cursando mis estudios de secundaria, en varias ocasiones argumenté las razones de mi fe delante de profesores y de otros alumnos. Generalmente podía ver una ligera sonrisa burlesca en sus caras cuando les hablaba acerca de Jesús, y algunos de ellos aprovechaban para reírse de mí o para poner comentarios en la pizarra. ¡La verdad es que yo tampoco sabía muy bien cómo hablar de Jesús, así que fue una buena práctica para mí! =)
El autor de la epístola a los Hebreos, en la Biblia, le dijo a sus lectores: “Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar. Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado…” (Hebreos 12:3-4).
Es probable que hayas experimentado rechazo, burlas o incluso que algunas personas hayan tratado de complicarte la vida al descubrir que eres cristiano. Sin embargo, este precio a pagar es realmente muy pequeño comparado con el que pagó Jesús en la cruz, y con el que pagan nuestros hermanos de la iglesia perseguida a diario. Ellos arriesgan literalmente sus vidas por seguir a Jesús, y por cosas tan elementales como ir a la iglesia, tener una Biblia o simplemente decir que son cristianos.
Amigo/a, cuando vengan las oposiciones, ¡resiste firme en la fe, no retrocedas! Sigue hablando de Dios, sigue aprendiendo de tus errores, sigue mostrando amor a todos, porque eso dará un fruto enorme, tanto en tu propia vida como en la vida de los demás.
Y cuando te sientas desanimado/a, piensa en Jesús y recuerda a tus hermanos perseguidos. ¡Que ellos sean una inspiración para ti para seguir adelante sin temor, mientras oras por ellos de manera constante!