• ES
    • AR Arabic
    • CS Czech
    • DE German
    • EN English
    • ES Spanish
    • FR French
    • HI Hindi
    • HI English (India)
    • HU Hungarian
    • ID Bahasa
    • IT Italian
    • MG Malagasy
    • NL Dutch
    • NL Flemish
    • NO Norwegian
    • PT Portuguese
    • SV Swedish
    • TA Tamil
    • TH Thai
    • TL Tagalog
    • TL Taglish
    • TR Turkish
Fecha de publicación 29 de may. de 2025

🤱🏻 Más atento que una madre

Fecha de publicación 29 de may. de 2025

¿Has visto alguna vez a una madre cuando su hijo tiene fiebre? Lo deja todo. 

Yo misma lo he hecho por mis niños: me he sentado junto a su cama durante horas, les he puesto paños fríos en la frente, les he susurrado palabras de consuelo y he estado atenta al reloj para darles el medicamento a la hora exacta.

Dormir no era una opción mientras ellos me necesitaban.

Ese cuidado tierno, paciente y vigilante… es apenas un reflejo del cuidado que Dios tiene por ti.

Amigo/a, a veces nos sentimos invisibles. Creemos que nuestras lágrimas pasan desapercibidas y que el mundo sigue girando sin notar nuestra carga.

Pero la verdad es esta: Dios no solo te ve, Él te cuida activamente. Su amor no descansa. Él está presente, atento, dispuesto a consolar, restaurar y liberar.

“Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia; con cánticos de liberación me rodearás.” (Salmos 32:7, RVR1960)

Su cuidado es más que protección. Es presencia constante, es consuelo, es dirección.

Él canta sobre ti cuando no puedes dormir, te sostiene cuando flaqueas, y te guarda cuando no sabes cómo seguir. Y lo hace porque te ama profundamente, ¿lo crees?

Ahora bien, cuando confías en ese cuidado, algo cambia en tu interior: La angustia cede su lugar a la paz. El miedo se transforma en esperanza, y puedes volver a respirar con libertad.

La confianza en Dios no elimina los problemas, pero cambia por completo la forma en que los enfrentas.

¿Estás dispuesto a descansar en ese cuidado? A soltar lo que te angustia y te roba la paz.

Te invito a hacer una pausa y reconocer al menos tres maneras en las que Dios ha cuidado de ti recientemente. Tal vez fue una conversación que trajo consuelo, una provisión que no esperabas, o una palabra que llegó justo a tiempo. ¡Deja que esos recuerdos enciendan tu fe!

No lo olvides nunca: ¡Eres un Milagro!

Lorena Fitzgerald
Author

Formo parte del Ministerio de la Mujer de mi iglesia y hago coaching con mujeres. Disfruto compartir y ayudar a otros en su viaje espiritual.