🎆 Más allá de las luces navideñas
Al caminar por las calles en esta temporada, me encanta observar cómo las luces navideñas adornan hogares, plazas y tiendas, llenando la ciudad de luz y alegría. Pero, ¿alguna vez te has detenido a pensar en lo que esas luces realmente simbolizan? Así como ellas iluminan y embellecen el entorno, nosotros también estamos llamados a reflejar la luz de Cristo en un mundo que, a menudo, se encuentra sumido en la oscuridad.
Contemplar estas luces me ha llevado a pensar que nosotros somos como ellas, y lo que es aún más profundo: esto no es solo una elección, sino nuestra verdadera identidad en Jesús. Así como una ciudad ubicada en lo alto de una colina no puede esconderse, nosotros tampoco podemos ocultar la esperanza, la paz y el amor que Él ha sembrado en nuestros corazones.
En esta época, mientras muchos buscan sentido, consuelo y alegría, Amigo/a, nuestra misión es ser ese reflejo de su luz que guía a otros hacia Él. Jesús dijo en Mateo 5:14 (RVR1960): “Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse.”
Para brillar como luces del mundo, necesitamos estar conectados a la fuente de energía verdadera: Cristo. Así como las luces navideñas requieren estar enchufadas para encenderse, nosotros debemos mantenernos en comunión con Dios, nutridos por su Palabra y fortalecidos en oración.
*|FNAME|*, en esta temporada te invito a reflexionar: ¿cómo puedes ser luz para quienes te rodean? Tal vez sea mostrando bondad, compartiendo la esperanza del Evangelio o simplemente estando presente para alguien que lo necesite. Que esta Navidad no solo se iluminen las calles, sino también los corazones, a través de tu vida y tu testimonio.
Oremos juntos: “Señor, gracias por darme la oportunidad de ser luz en este mundo. Ayúdame a reflejar tu amor y llevar esperanza a quienes me rodean. Que mi vida sea un faro que siempre apunte hacia Ti. En el nombre de Jesús, Amén”.