Fecha de publicación 19 de sep. de 2023

Amigo/a, 🧐 ¡Lucha contra el Rencor!

Fecha de publicación 19 de sep. de 2023

Continuando con el relato de Sadrac, Mesac y Abed-nego, la Biblia dice que “en aquel tiempo algunos varones caldeos vinieron y acusaron maliciosamente a los judíos” (Daniel 3:8)

Como veíamos ayer, el enemigo estaba fraguando un plan contra el pueblo de Dios, y cuando ya estaba todo preparado por parte del rey Nabucodonosor y su estatua de oro, entonces las críticas y acusaciones maliciosas de un grupo de personas fueron el desencadenante de una situación que estaba destinada a destruir a estos tres sabios judíos.

A veces los mayores ataques que sufrimos del enemigo vienen de parte de personas cercanas que tienen la apariencia de estar a bien con nosotros, pero que, cuando pueden, tratan de traer descrédito y destrucción a nuestras vidas.

Es probable que hayas experimentado situaciones así de personas cercanas, y es fácil en esas ocasiones sentirse traicionado.

Pero, si ese es tu caso, me gustaría animarte a que puedas ver más allá. Lo peor que puedes hacer en esas situaciones es guardar rencor hacia esas personas, ya que ese rencor es contrario a la voluntad de Dios, y se convertirá en un veneno para ti mismo.

Lo peor que podemos hacer en esos casos es quedarnos en un plano meramente humano, y convertirles en nuestros enemigos. ¡Nuestra lucha no es con ellos! Como dice la Biblia, “no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes…” (Efesios 6:12)

En realidad, aunque nos duela, lo que realmente necesitan es ayuda, libertad de las tinieblas en las que están. ¡Necesitan nuestras oraciones, no nuestro rencor!

Pero, sobre todo, no pueden convertirse en los protagonistas de la historia. De hecho, en el relato del horno de fuego, ya no se vuelve a mencionar a estos caldeos, porque sencillamente no son relevantes, ni vemos que Sadrac, Mesac y Abed nego estén heridos por su actitud

Amigo/a, fija tus ojos en lo que es verdaderamente importante: en Dios, y en las soluciones que Él ha preparado para ti. Bendice siempre a aquellos que te maldigan (Mateo 5:44), sacude el polvo de tus zapatos (Mateo 10:14), y sencillamente sigue avanzando con un corazón lleno de paz y de bendición.

De esta manera, tu mente estará clara para poder recibir todas las cosas que Dios ha preparado para ti, y para poder dar los pasos necesarios hacia la victoria.

No lo olvides nunca: ¡Eres un Milagro!

Christian Misch
Author

Pasionado de las nuevas tecnologías y autor de "Un Milagro Cada Día", compartiendo inspiración diaria para seguir a Jesús.