Los carros de fuego te rodean, Amigo/a
El rey David sigue diciendo en el versículo 3: “Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado” (Salmo 27:3).
Este pasaje, ¡ha sido siempre tan inspirador para mí! Hace referencia a esa fe viva, imparable, que no le teme a nada ni a nadie, y que se apoya totalmente en Dios. ¡No sé tú, pero yo quiero ese tipo de fe en mi vida!
Me recuerda, de hecho, a esa situación que vivieron el profeta Elías y su siervo, cuando se encontraban rodeados por los ejércitos sirios. ¿Te imaginas cómo te sentirías si un ejército entero hubiese venido a capturarte? Así es exactamente cómo se encontraba el criado de Eliseo: asustado, y sin saber qué hacer.
Es ahí cuando Eliseo le dijo: “No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos. Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo” (2 Reyes 6:16–17).
Me encanta la fe de Eliseo, y cómo oró para que Dios abriese sus ojos. El miedo siempre nos ciega y nos paraliza, pero cuando Él te toca y empiezas a ver en el espíritu, es cuando te das cuenta de que no tienes nada que temer.
Amigo/a, ¡los ejércitos celestiales pelean por ti! Pídele a Dios que abra tus ojos en este día, para que puedas ver todas las situaciones con Sus ojos, y deja que Su paz y Su confianza inunden tu corazón en este día. No has sido creado para vivir en miedo, sino para caminar confiado/a en Su victoria.
Dios está contigo en cada paso que das,