Fecha de publicación 28 de dic. de 2020

Amigo/a, la prosperidad llama a tu puerta...

Fecha de publicación 28 de dic. de 2020

Nos acercamos a un nuevo año, y estoy orando por ti, para que este nuevo año que llega sea de gran, gran bendición para ti y tu familia. ¡Estás en mi corazón, Amigo/a!

“¡Feliz Navidad, y Próspero Año Nuevo!” es lo que siempre nos solemos decir cuando hay un nuevo año que se acerca.

En lo más profundo de nuestro ser hay un anhelo de prosperar, de progresar, de avanzar... ¿No es cierto? Deseamos mejorar económicamente, ser mejores padres, aprender quizá nuevos idiomas, bajar unos cuantos kilitos (sobre todo después de Navidad... =)  y, por supuesto, potenciar nuestra relación con Dios. 

Puedo ver esto incluso en mi pequeña Eva Grace. Con sus 6 mesecitos, cada día nos sorprende con cosas nuevas: nuevos sonidos, nuevos movimientos, nuevas expresiones… ¡Se frustra cuando no consigue hacer algo! Tiene en su ADN ese deseo de crecer y de desarrollarse.

Amigo/a, Dios desea tu prosperidad. Él no quiere que te quedes bloqueado en el camino, aplastado por los problemas de la vida, sin salida. ¡No! Él quiere darte nuevos comienzos, abrirte caminos, verte levantar el vuelo y que puedas alcanzar todas las metas que Él pone en tu corazón, en cada área de tu vida. ¿Acaso no es precioso? 

Él es tu Padre, y se alegra en tu bien. Así lo expresa el apóstol Juan: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma” (3 Juan 2). Sí, eres un/a Amado/a de Dios, y Él desea que seas prosperado/a:

  • En todas las cosas que hagas
  • En tu salud
  • En tu vida espiritual

Tu vida espiritual es el motor de todo: si prosperas en tu relación con Dios, verás cómo todo se pone en orden en tu vida, y la prosperidad en el resto de áreas se empezará a manifestar de manera progresiva. 

Amigo/a, Dios quiere prosperar tu espíritu, y con él tu vida entera. Esta es la primera de 7 claves que voy a compartir esta semana contigo acerca de la auténtica prosperidad que Dios ha preparado para ti. Que buscar a Dios se convierta en tu máxima prioridad, y que a través de ello puedas experimentar Sus bendiciones en todo lo que hagas. ¿Estás listo/a?

“Señor, gracias porque deseas mi bien, y porque tengo la libertad de presentarme delante de Ti en cada momento, porque puedo tener comunión contigo a cada instante. Ayúdame a prosperar espiritualmente y en todas las áreas de mi vida. Que mi corazón arda en Tu Fuego Santo. En el Nombre de Jesús. ¡Amén!” 

Christian Misch
Author

Pasionado de las nuevas tecnologías y autor de "Un Milagro Cada Día", compartiendo inspiración diaria para seguir a Jesús.