🛡️ La oración que rompe cadenas

“Y líbranos del maligno.” Mateo 6:13
El mal es real, y a veces, si somos honestos, se acerca demasiado a nuestros pensamientos, nuestras relaciones, incluso a nuestro sentido de identidad.
Por eso Jesús nos enseñó a orar esta frase cada día. No por miedo, sino por fe. No como una reacción de pánico, sino como una declaración firme:
“Pertenezco al Rey. Líbrame.” No luchamos contra el mal con fuerza de voluntad, lo enfrentamos con la cruz, y desde la cruz.
Porque Jesús ya venció. Y ahora, su victoria es nuestra protección.
Lisa compartió conmigo: “Vivía prisionera del miedo al rechazo. Hasta que escuché a Dios susurrar: ‘Confía más en mi amor que en tus opiniones.’ Al hacerlo, el miedo comenzó a soltar su control.”
Eso es liberación. No siempre es dramática. Pero siempre es sagrada. Cada vez que el miedo pierde poder, cada vez que la luz vuelve a entrar en tu mente, Dios está actuando.
🧡 Tu casa de oración no es solo un refugio.
Es una fortaleza de luz. El mal huye cuando oras con autoridad.
Pensamiento milagroso de hoy: El que vive en ti es más grande que la oscuridad que te rodea.
Éric Célérier

