⛰️ La oración que mueve montañas

La confianza en Dios es el fundamento de nuestra fe, y uno de los pilares más importantes de nuestra vida cristiana. He aprendido que la oración puede alcanzar niveles increíbles cuando oramos con fe, especialmente en momentos difíciles.
Orar con fe significa creer, aún sin ver resultados, que Dios está trabajando a nuestro favor. Las circunstancias pueden hacernos dudar, sobre todo cuando llevamos tiempo orando por algo y no vemos cambios. Pero la fe no se basa en lo que vemos, sino en lo que creemos.
Recordemos la historia de Abraham. Dios le prometió algo que parecía imposible: ser padre a una edad avanzada. Sin embargo, Abraham creyó, más allá de la lógica, porque conocía y confiaba en Aquel que le hizo la promesa. Así también, nuestras oraciones deben estar fundamentadas en la certeza de que Dios es fiel y cumple sus promesas.
En Marcos 11:24 (NTV) leemos: "Les digo, ustedes pueden orar por cualquier cosa y si creen que la han recibido, será suya". Orar con fe no significa que siempre obtendremos lo que pedimos, sino que confiamos en que Dios nos dará lo que realmente necesitamos.
En mis momentos más oscuros, cuando no sabía qué hacer, en lugar de mirar solo la tormenta, levanté oraciones sencillas, aferrándome a lo que Dios es y a lo que Él ha prometido. Creí que Él veía lo que yo no podía ver y confié en su amor y sabiduría. Sus respuestas superaron mis expectativas.
Amigo/a, aférrate a Dios con todas tus fuerzas y decide confiar en Él siempre. Cada oración de fe tiene poder y mueve el corazón de Dios.

