Amigo/a, la delicadeza de Dios...
En mis momentos de oración, cuando me centro en escuchar más la voz de Dios, muy a menudo me vienen a la mente imágenes de lugares con verdes pastos, así como de playas tranquilas situadas cerca de colinas verdes. Este tipo de imágenes siempre me transmiten paz, y me hacen sentir algo especial.
Tal es así, que el pedir al Señor por esos lugares se ha convertido en una parte de mi oración diaria. Quiero vivir cada día en esa paz, y que mi corazón pueda permanecer en ese lugar lleno de descanso y de Su Presencia. De hecho, también le pido por el hecho de poder visitar físicamente lugares así pronto. ¡Son tan preciosos, y echo tanto de menos viajar! Además, necesito unas vacaciones =)
El Rey David sigue diciendo, en referencia al Buen Pastor: “En lugares de delicados pastos me hará descansar, junto a aguas de reposo me pastoreará” (Salmo 23:2).
Fíjate en lo que dice este pasaje: el Señor no solo te lleva a lugares donde hay pastos, sino a lugares donde el pasto es delicado, especialmente bueno, selecto. Y sí, querido/a amigo/a, quizá ahora mismo esa imagen queda muy lejos de tu realidad. Quizá ahora todo es desierto a tu alrededor, pero nunca lo olvides: Dios es especialista en hacer brotar aguas en medio del desierto.
Amigo/a, ahora mismo tu alma puede deleitarse en esos pastos delicados, en los ríos de aguas vivas que vienen de Él. ¿Sabes por qué? Porque, en el espíritu, estás sentado “en los lugares celestiales con Cristo Jesús” (Efesios 2:6), y cuando tu espíritu se conecta con Su Espíritu, ¡todo cambia!
Descansa en Él en este día, y disfruta junto a Sus aguas de reposo para tu vida
