👥 La bendición de los amigos
Una de las cosas más hermosas que he experimentado siguiendo a Jesús es la bendición de la comunidad, de la familia de Dios. Siendo alguien introvertido, al crecer no siempre me fue fácil hacer amistades. Sin embargo, al entregar mi vida a Jesús a los 15 años, pronto encontré mi lugar y amistades duraderas dentro de la iglesia.
Por eso, cuando Dios me llevó a estudiar a otro país, Él me hizo la promesa de que me rodeaba de personas que se convertirían en mi familia. Él cumplió su promesa, y algunos de los amigos más cercanos y queridos de mi vida están en Paraguay. Pero, durante mi depresión, el enemigo aprovechó para atacar estos lazos, haciéndome sentir abandonado, sin darme cuenta de que era yo quien los alejaba.
Cuando leemos el libro de Job, podemos tener una mala imagen de sus amigos, pero quiero animarte a ver que, aunque estaban equivocados, realmente se preocupaban por él. Mira cómo se les describe al principio:
“Tres amigos de Job se enteraron de todo el mal que le había sobrevenido y, de común acuerdo, salieron de sus respectivos lugares para ir juntos a expresarle a Job sus condolencias y consuelo. Ellos eran Elifaz de Temán, Bildad de Súah y Zofar de Namat. Desde cierta distancia alcanzaron a verlo y casi no lo pudieron reconocer. Se echaron a llorar a voz en cuello, rasgando sus vestiduras y arrojándose polvo y ceniza sobre la cabeza, y durante siete días y siete noches se sentaron en el suelo para hacerle compañía. Ninguno de ellos se atrevía a decirle nada, pues veían cuán grande era su sufrimiento.” (Job 2:11-13)
La siguiente clave que encontramos para enfrentar la depresión es no alejar a la familia, amigos y comunidad con la que Dios te ha rodeado. Aunque no siempre entiendan completamente lo que estás pasando y puedan cometer errores, si Dios los ha puesto en tu vida, los necesitas en esos momentos, necesitas su compañía, consejo y amor.
Yo estoy profundamente agradecido con los amigos que Dios puso a mi lado durante ese tiempo, que sin entender completamente lo que me pasaba, no se alejaron y estuvieron allí conmigo.
Amigo/a, si tu hoy estas pasando por un tiempo así, quiero invitarte a agradecer a Dios por las personas que ha puesto a tu alrededor para mostrarte su amor. Y si no es tu caso, pero conoces a alguien que esté pasando por un tiempo de depresión, por un tiempo difícil, hoy quiero animarte a ser esa persona que aunque no entiende, está ahí para mostrar el amor de Dios.