Fecha de publicación 24 de ene. de 2024

Amigo/a, 🚫 La amargura puede estar frenando tu progreso

Fecha de publicación 24 de ene. de 2024

“La amargura es el pecado más fácil de justificar y el más difícil de diagnosticar”, es una de las trampas más comunes y, lamentablemente, una de las más contagiosas. 

Amigo/a, ¿Cómo podemos identificar si tú corazón está contaminado con amargura? 

Uno de sus síntomas es la constante queja; nunca satisfecho, solo enfocado en lo negativo. Vivo en Argentina, un país maravilloso, pero los argentinos a menudo nos destacamos por las quejas. Cuando nos reunimos con amigos, la lista de lamentos comienza: la economía no mejora, el clima es horrible, el dinero no alcanza, etc. 

Esos son momentos ideales en los que sería útil reflexionar en la siguiente pregunta: ¿hay alguna raíz de amargura en mí?

La Palabra de Dios es clara sobre la amargura, como se expresa en Hebreos 12:15 (RVR 1960) “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados." 

En el griego del Nuevo Testamento “amargura" proviene de una palabra que significa punzar, su raíz hebrea agrega la idea de algo pesado, algo que nos impide avanzar, y lo más sorprendente es que surge de un dolor incrustado en el alma, que pudo haber comenzado por una ofensa. 

Te animo a que hoy tomes un tiempo a solas con Dios para realizar una autorreflexión. Puedes hacer una lista de las ofensas que podrían estar albergadas en tu corazón, anotarlas y liberar perdón sobre cada una de ellas. 

Amigo/a Así como Jesús nos perdona, Él también perdona a aquellos que te han ofendido. 

Oremos juntos: “Señor, revela cualquier raíz de amargura que pueda haber en mi corazón ¡Quiero avanzar hacia la meta, para eso quiero caminar sin el peso de la amargura ¡Gracias por guiarme a toda verdad ¡Eres Maravilloso! Amén.” 

¡Es tiempo de avanzar!

Lorena Fitzgerald
Author

Formo parte del Ministerio de la Mujer de mi iglesia y hago coaching con mujeres. Disfruto compartir y ayudar a otros en su viaje espiritual.