Amigo/a, 🙌🏻 Jesús siempre contesta tu clamor
Nos aproximamos poco a poco al final de esta serie en la que estamos analizando muchos detalles acerca del precioso pasaje de esta semana.
Ayer vimos cómo Pedro, al apartar sus ojos de Jesús y ponerlos en la tormenta, empezó a experimentar miedo, y eso hizo que se hundiese.
La Biblia dice que, “al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?” (Mateo 14:31)
Es muy interesante que, de hecho, el pasaje bíblico que veíamos ayer dice que Pedró “comenzó a hundirse” cuando el miedo inundó su corazón. No se hundió radicalmente, sino que fue algo progresivo: según su fe iba disminuyendo, así su capacidad de caminar sobre las aguas fue también desapareciendo.
Sin embargo, cuando dio voces pidiendo auxilio a Jesús, Su respuesta fue inmediata: al instante agarró su mano, y le levantó. No le dejó un rato hasta que estaba ya medio ahogado, ni nada por el estilo: tan pronto clamó a Él, Él actuó
Amigo/a, ¡Jesús siempre contesta al clamor de tu corazón, a tu llamada de auxilio! Cuando ocurran cosas que no entiendas, o cuando estés tan sobrepasado que no sepas qué hacer, haz lo que cualquier niño pequeño haría: ¡sencillamente grita pidiendo ayuda a tu Padre!
Él no va a dejar que te hundas, pero tienes que clamar a Él para permitir que Él pueda ayudarte. De hecho, recuerda lo que dice el famoso pasaje: “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” (Jeremías 33:3).
Hoy es el día para agarrarte por medio de la fe a Él con todo tu corazón, ¡y ese clamor genuino es la clave para romper las obras de las tinieblas en tu vida, y experimentar los milagros impresionantes de Dios!
Yo he experimentado esto muchas veces a lo largo de mi vida, y sé que hoy tú también puedes experimentarlo. Te hablo más al respecto en el programa de hoy, puedes verlo haciendo clic en este enlace.
¡Sigue adelante!