⏳ Haz de la oración tu ritmo
“Jesús solía retirarse a lugares solitarios para orar.” Lucas 5:16
Has recorrido un largo camino en este viaje. Desde la azotea de la adoración hasta el cimiento de la rendición, has explorado cada habitación del Padre Nuestro. Y ahora llega el paso más importante: vivirlo.
¿Cómo puedes llevar esta oración a tu vida diaria? No solo recitarla… sino habitarla.
Aquí tienes formas sencillas de hacer que la oración se convierta en tu ritmo cotidiano:
🚶 Camina en silencio repitiendo el Padre Nuestro.
🌬 Respira cada frase como si fuera oxígeno divino.
✍ Escribe una línea en tu espejo para meditar durante el día.
👐 Usa tus manos para representar cada parte con tu cuerpo.
👥 Ora con otros para recordar el “nuestro” en “Padre nuestro”.
No tienes que hacerlas todas, solo empieza con una. Deja que la oración se convierta en tu segunda naturaleza.
Una mujer incluso creó un jardín de oración, donde cada planta representaba una frase del Padre Nuestro. Cada mañana lo recorría descalza, dejando que el rocío, el silencio y el Espíritu le hablaran.
🧡 La oración no es una actuación. Es tu hogar. Es donde Dios te encuentra, una y otra vez.
Pensamiento milagroso de hoy: Que la oración no sea solo un momento, que se convierta en la atmósfera de toda tu vida.
Éric Célérier
