Fecha de publicación 19 de nov. de 2020

Amigo/a, ¿hay uno?✌🏻

Fecha de publicación 19 de nov. de 2020

¿Te gustan las bodas? ¡Me encanta cada vez que tengo la oportunidad de asistir a una!

Disfruto enormemente la alegría y la expectación que se respira en las bodas. ¡Es tan precioso celebrar con personas queridas este momento tan especial para sus vidas! Y sí, es verdad, una de las partes que más me ilusiona he de reconocer que es el banquete. Yo no sé tú, pero yo siempre procuro comer poco durante ese día para así reservar mi apetito para ese momento clave. ¡Una vez incluso aproveché para ir al dentista unos días antes, para tener la “maquinaria” bien preparada para la ocasión! =D

Cuando tenemos hambre de Dios, una forma de intensificar nuestra búsqueda de Él es a través del ayuno. Tomando el ejemplo del banquete de bodas, cuando ayunas dejas de comer por un tiempo para así reservar tu apetito para las delicias que Dios quiere darte. ¡Merece tanto la pena! En mi caso, suelo hacer pequeños ayunos de manera regular, y puedo notar el efecto positivo que tienen en mi vida espiritual. 

Jesús solía tener momentos de oración y ayuno. Una vez, de hecho, los discípulos le instaban a que comiese, ya que tenían miedo de que fuese a desfallecer, pero “Él les dijo: Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis” (Juan 4:32). Esa comida era hacer la voluntad de Dios, y escuchar Su Palabra, como dice el pasaje: “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4)

Amigo/a, ¡no te pierdas el banquete que Dios tiene preparado para ti! Usa el ayuno en tu favor, y pon tus ojos en Jesús en este día, y en todo lo que Él quiere compartir contigo.

No lo olvides nunca: ¡Eres un Milagro!

Christian Misch
Author

Pasionado de las nuevas tecnologías y autor de "Un Milagro Cada Día", compartiendo inspiración diaria para seguir a Jesús.