Fecha de publicación 21 de abr. de 2021

Amigo/a, hay un camino, aunque no lo veas...

Fecha de publicación 21 de abr. de 2021

Los hermanos de José le habían vendido como esclavo, y ahora se encontraba en Egipto, en la casa de su nuevo amo, Potifar. ¿Cómo crees que debía sentirse José? Sus propios hermanos habían querido matarle, había perdido su libertad, se encontraba en un país diferente, y probablemente nunca más vería a su querido padre ni al resto de su familia. 

Desde un punto de vista humano, hubiese sido comprensible si en esos momentos su fe hubiese flaqueado, si se hubiese quejado contra Dios o incluso si hubiese caído en amargura. 

Sin embargo, José no reaccionó así. Al contrario, empezó a servir a su nuevo amo de una manera tan pura y excelente que dice que la Biblia que “halló José gracia en sus ojos… y dejó todo lo que tenía en mano de José, y con él no se preocupaba de cosa alguna...” (Génesis 39:4-6)

Sí, seguro que estaba triste y conmocionado por lo que acababa de ocurrir, como es normal ante una situación tan traumática; pero dice que la Biblia que “Dios da gracia a los humildes” (1 Pedro 5:5), y sin duda él experimentó la bendición y la prosperidad de Dios en el momento más complicado de su vida. 

La pureza de corazón y la humildad son claves para que Dios pueda obrar en nuestras vidas, pero la amargura, la queja y la autocompasión son trampas mortales. Son estrategias del enemigo para bloquear la acción de Dios en nosotros. Es por ello que la Biblia dice: “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados” (Hebreos 12:15)

Amigo/a, Dios es experto en abrir caminos allí donde parece imposible. No dejes nunca que tu corazón se contamine, sino manténlo limpio y humilde, ¡y verás milagros increíbles!

Te llevo en mi corazón

No lo olvides nunca: ¡Eres un Milagro!

Christian Misch
Author

Pasionado de las nuevas tecnologías y autor de "Un Milagro Cada Día", compartiendo inspiración diaria para seguir a Jesús.