Fecha de publicación 4 de jul. de 2021

Amigo/a, ¿hay alguien en casa? 🏡

Fecha de publicación 4 de jul. de 2021

A lo largo de estos días hemos visto junto al salmista la importancia que tiene el vivir en la Casa de Dios. Pero hoy me gustaría ir un poco más allá para terminar esta serie basada en el Salmo 84, y me gustaría dejarte con este pensamiento: Dios mismo es tu casa. 

¿Alguna vez lo habías pensado de esa manera? En el Salmo 91, el salmista dice: “Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada” (Salmo 91:9-10). ¡Dios es nuestra habitación! Fíjate en la progresión de este pasaje:

  • Primero: Dios es tu esperanza, Aquél en quien esperas
  • Segundo: Haces de Dios tu habitación, aquél lugar en el que habitas
  • Y como consecuencia, el mal y las plagas no podrán tocar tu habitación (ya que ninguna plaga puede tocar a Dios, que es tu habitación, como hemos visto...)

Sí, cuando habitas en la Presencia de Dios, en una comunión profunda y continua con Él, estás revestido/a de Su protección. Eso no quiere decir que no pueda haber ataques ni situaciones complicadas que quieran venir contra ti; esos momentos vendrán, pero Dios estará contigo para ayudarte a sortearlos, y te dará sabiduría para saber lo que tienes que hacer en cada momento.

Es por eso que el salmista termina el Salmo 84 diciendo: “Jehová de los ejércitos, dichoso el hombre que en ti confía” (Salmo 84:12)

Sí, Amigo/a, una tremendamente felicidad y bendición es derramada sobre tu vida cuando decides de todo corazón confiar en Dios. Ven ante Su Presencia en este día, ¡y no salgas de ella! Que Él esté siempre presente en cada cosa que hagas, y que habites en Su Casa ahora y siempre, para gloria de Su Nombre.

Christian Misch
Author

Pasionado de las nuevas tecnologías y autor de "Un Milagro Cada Día", compartiendo inspiración diaria para seguir a Jesús.