Amigo/a, “extravagancia”: esa es la clave 🎁
¿Conoces a alguna persona que sea radicalmente generosa, más allá de lo normal?
Yo sí. Su nombre es Bruno Picard, y además de ser un buen amigo mío, es el autor de Un Miracle Chaque Jour (la versión francesa de Un Milagro Cada Día). Bruno es una persona extraordinaria, pero lo que más me gusta de él es su corazón amable, generoso, y lleno de pasión por Dios.
No solemos vernos muy a menudo porque vive en la isla de la Reunión, pero una cosa que siempre me ha llamado la atención es que, cada vez que nos vemos, ¡tiene un ordenador diferente!
Un día descubrí el motivo: resulta que Bruno está siempre dando cosas a los demás. Cuando está en oración y siente que Dios le pide bendecir a personas o a ministerios específicos, está dispuesto a dar lo que sea que el Señor le muestre, ya sea su ordenador, dinero, el reloj, ¡o hasta su propio coche! En ocasiones, de hecho, ha estado semanas sin ordenador, porque había dado el suyo a otra persona y no tenía ninguno más.
Pero lo más impresionante de esto es que, siempre que da este paso de fe, ¡otras personas vienen y le bendicen a él! Cada vez que regala su ordenador a alguien, tarde o temprano hay otra persona que, de la nada, viene y le regala a él un ordenador nuevo, en ocasiones incluso mucho mejor que el que tenía antes… y esto se aplica también al resto de áreas de su vida. ¡Es tan impresionante!
Sí, Bruno es un caso de generosidad extravagante, porque ha entendido bien las palabras de Jesús, cuando dice: “Más bienaventurado es dar que recibir” (Hechos 20:35). ¡Es tan precioso el sentimiento de dar lo mejor que tenemos a los demás, sabiendo que les estamos bendiciendo! Y es tan impresionante ver cómo Dios, a Su vez, nos bendice más allá de lo que podemos imaginar como respuesta a ello.
Amigo/a, ¡la generosidad abre las puertas del Cielo sobre tu vida! Te animo a que aproveches cada oportunidad que tengas para bendecir a los demás, según lo que el Señor ponga en tu corazón. ¡Es algo tan bueno, tanto para ti como para los demás!