🗣️ Esto sucede cuando declaras

Durante esta semana hemos hablado acerca del poder que tienen las palabras. Hoy quiero cerrar recordándote la palabra más poderosa de todas: la Palabra de Dios.
¿Alguna vez, en medio de las dificultades, te has aferrado a las promesas que Dios te ha dejado en las Escrituras?
Yo lo he hecho muchas veces, y en cada ocasión he sentido su presencia y su obra transformadora en mi vida a través de su Palabra.
Una promesa que siempre me sostiene en los momentos difíciles es esta: "Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros." (1 Pedro 5:7 RVR1960)
Siempre que debo enfrentar un problema, y mi corazón se llena de inquietudes, lo entrego a Dios en oración y le doy gracias por lo que va a hacer, entonces, esa paz maravillosa inunda mi corazón, porque como promete este versículo: Él tiene cuidado de mí y en eso, puedo descansar.
¡Qué maravilloso! Jesús nos asegura que: “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.” (Juan 15:7 RVR 1960)
Sí, cuando estás en comunión con Él y permites que la Palabra de Dios habite en tu corazón y declaras sus promesas con fe, sin duda, su respuesta no se hace esperar.
Amigo/a, hay milagros esperándote.
Que tus palabras estén llenas de verdad y de gratitud por lo que Él hará en tu vida.
Y con esto llegamos al final de esta serie. ¡Espero que haya sido una bendición profunda para tu caminar!
Oremos juntos: “Señor, gracias porque tus promesas son fieles y verdaderas. Y porque tu Palabra nunca pasará y lo que tú has dicho en mi vida se cumplirá. Ayúdame a confiar en Ti en medio de las dificultades, a entregar todas mis ansiedades en oración y a vivir cada día en comunión contigo. Gracias porque tu paz inunda mi corazón y que tu palabra me guía a toda verdad. En tu nombre Jesús. Amén”

