Amigo/a, ¿estás bien arreglado? 🧥
¿Cómo te sientes cuando te arreglas para una ocasión especial? A mí me encanta ponerme mi mejor traje cuando tengo la oportunidad de asistir a una boda.
Nuestra vestimenta puede crear una gran diferencia en nuestra percepción de las cosas. Una mala combinación o el hecho de llevar una prenda que no está bien ajustada, puede generar inseguridad en nosotros; pero cuando llevamos un buen traje o un vestido que nos sienta bien, eso de alguna manera afianza nuestra dignidad, y nos hace sentir confiados. Es por eso que cuando llevas una prenda de la que no estás muy seguro(a), ¡sienta tan bien reemplazarla por otra que realmente te guste!
A nivel espiritual, somos llamados a renovar nuestra vestimenta. Como dice la Biblia: “No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno” (Colosenses 3:10). Sí, Amigo/a, Dios ha quitado de tu vida todas esas ropas inadecuadas del pasado, las de tu antigua naturaleza, y te ha revestido con Su gloria, con Su bendición. ¡A tal punto que ahora nos parecemos a Él, Su naturaleza está en nosotros!
Cada día eres llamado(a) a renovarte en el conocimiento del Señor, a revestirte de Él y de Su naturaleza. ¿Por qué no se le pides ahora mismo? “Dios mío, quiero ser renovado cada día en Ti, en Tu amor, en Tu Presencia. Revísteme de Ti, Señor, y ayúdame a seguir renovando mi mente a diario hasta llegar a conocerte de lo más profundo. En el Nombre de Jesús. ¡Amén!”
Te llevo en mi corazón, Amigo/a,