🌫️ Está aún en la oscuridad

Gloria a Dios, hemos llegado a la mitad de esta serie. Dios está renovando nuestras vidas.
¿Sabes? La soledad, cuando se prolonga, se siente como estar atrapado en un cuarto oscuro. ¿Te ha pasado alguna vez? A mí sí. Recuerdo cuando un líder a quien respetaba y quería mucho, por varias razones me decepcionó profundamente y de repente ya no estaba más en mi vida, o cuando he tenido conflictos con un amigo cercano. Estos han sido momentos en los que he sentido mucha soledad.
Y, ¿sabes? No soy el único que ha sentido eso. Los discípulos de Jesús también lo vivieron. Después de la muerte de su Maestro, experimentaron un momento profundo de soledad, de confusión, de vacío. Ese tipo de soledad que nos empuja a buscar respuestas rápidas, escapes momentáneos. Para ellos, fue volver a lo que conocían: la pesca. A ese lugar donde Jesús los había encontrado por primera vez (Juan 21). Volvieron a lo seguro, a lo familiar.
Para mí, en diferentes momentos de mi vida, ha sido la tentación de dejar las cosas a las que Dios me ha llamado. Pero ahí, en medio de esa soledad y confusión, Jesús volvió a encontrarse con ellos… y conmigo también.
Porque sabes, aun en tus momentos más oscuros, nunca estás solo (a), esta es la hermosa promesa que encontramos en el Salmo 139:12: “Ni siquiera la oscuridad es oscura para ti; la noche brilla como el día, porque para ti la oscuridad es luz”
Aun en nuestros peores momentos, cuando nuestra mente se llena de pensamientos negativos, y nos invade la idea de rendir, cuando queremos regresar a la vida sin Dios, aun ahí Dios puede mostrarnos un camino lleno de luz.
Jesús sabe lo que es estar en Getsemaní, solo, triste, sudando sangre y sintiendo la oscuridad sobre su alma, pero aun confiando en la voluntad del Padre. Y porque Él lo vivió, ahora puede acompañarte a ti, justo ahí, en ese cuarto, en ese pensamiento, en ese silencio.
Amigo/a, no trates de fingir luz si estás en oscuridad, no escondas tu lucha. Entrégasela a Dios, recuerda: Él está contigo incluso cuando tú no puedes verlo. Puedo decirlo con confianza, porque puedo dar testimonio de que Él estuvo conmigo y nunca me abandonó, de la misma manera sé que no te va a abandonar.Confía en Dios y cree en esta verdad: No hay ningún área en mi vida en donde mi Dios no esté presente.

