Amigo/a, ¡es un Camino extraordinario!
Varias veces en mi vida he oído decir que la mejor parte de un largo viaje no es el destino final, sino el recorrido mismo. Esto no se aplica al Cielo, porque sin duda el Cielo es la mejor parte, pero es cierto que es en el camino donde se escriben las historias, y donde se viven los momentos más emocionantes.
Nuestra vida es un camino extraordinario. Para por un momento y piensa durante unos instantes en todos los momentos preciosos que has experimentado desde que eras pequeño/a: comidas con tu familia, salidas al cine con tus amigos, puestas de sol, viajes, momentos especiales, logros… Cuando pienso en estos momentos, no puedo dejar de dar gracias a Dios por cada uno de ellos. ¡Son tan especiales, están tan llenos de belleza!
Si, es cierto que hay también momentos dolorosos, complicados, en los que parece que el infierno mismo se levanta contra nosotros. Pero aun en esos momentos, ¿no te ha pasado que has sentido como una paz que te sustentaba, como una tranquilidad en el fondo de tu corazón?
Hay una realidad que permanece firme tanto en los buenos como en los malos momentos, y es esta: que nunca estás solo. El mismo salmista decía: “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú [Dios] estarás conmigo” (Salmo 23:4).
Amigo/a, lo mejor del camino de la vida es que lo estás recorriendo con Aquél que es el camino, la verdad y la vida. Jesús está contigo “todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20), para animarte, para darte nuevas fuerzas, para guiarte, y para levantarte cuando ya no puedes más. Él es la clave de todo, y con Él llegarás a esta meta tan gloriosa disfrutando de la belleza del camino.
Disfruta plenamente de este día en Su Presencia.