Amigo/a, ¡es incomprensible! 🤷🏻♂️
La paz de Dios en muchas ocasiones no tiene sentido.
A lo largo de estos años he vivido muchos momentos complicados, y en medio de todos ellos he podido sentir la paz sobrenatural de Dios. ¡Es una paz tan preciosa! ¿La has experimentado alguna vez, Amigo/a?
Nuestra mente humana no logra entenderla bien. Para nuestra mente, la variable “problemas” siempre conlleva preocupación, angustia, temores… Pero aquello con lo que nuestra mente no cuenta es con el dulce toque de Dios y el susurro de Su voz que dice a lo más profundo de nuestro corazón: “¡Ten ánimo! Estoy aquí, no tienes nada que temer” (adaptado de Mateo 14:27).
Sí, Su paz rebosa en nuestras vidas, más allá de lo que podemos entender. Mira lo que dice la Biblia: “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:7). Este es el resultado de la paz de Dios en tu vida:
Guarda tu corazón, para que ya no tengas ese agobio ni esa presión en el pecho, sino que te sientas aliviado.
Guarda tus pensamientos en Cristo Jesús, para que no te sigas pensando en el problema, sino en la solución que Él ya tiene preparada para ti.
Amigo/a, quizá no puedas explicar la paz, pero sin duda puedes experimentarla hoy en tu vida. Hay un gozo enorme preparado para ti, aun en medio de la peor de las pruebas. Hoy, aquí, ahora… puedes experimentar ambas, si quieres.
¿Te apetecería orar conmigo? “Señor, te entrego todos mis problemas, mis temores, mis inseguridades… me vacío de ellos hoy, y dejo que seas Tú, Señor, el que derrames Tu paz sobre mi vida. Renuévame con Tu gozo, con Tu paz y con Tus fuerzas, Dios mío, y ayúdame a agarrarme a Ti en cada momento, en cada situación, para gloria de Tu Nombre. ¡En el Nombre de Jesús! Amén”.
