Amigo/a, 🩹 ¡Es el momento de tu sanidad!
Amigo/a, Quiero llevarte por un momento a mirar la historia de la mujer con flujo de sangre, que fue sanada por Jesús.
Vamos a mirar su relato en Mateo 9:20-22 (RVR1960): “porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva. Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora”
Imaginemos por un momento la escena: una multitud rodea a Jesús, y en medio de ella, esta mujer se acerca con fe y determinación. A pesar de todos los obstáculos y el temor que la sociedad y su condición le imponían, ella cree en la posibilidad de su sanidad con tan solo, tocar el manto de Jesús.
¡En el instante que lo toca, experimenta su sanidad! Jesús, consciente de que ha ocurrido algo especial, la busca entre la multitud. La mujer, temerosa pero llena de gratitud, se presenta y comparte su experiencia. En lugar de regañarla por haber tocado su manto, Jesús la elogió por su fe.
Aquí podemos ver la conexión entre la fe, y la sanidad ¡A esta mujer sus muchos años de sufrimiento no le impidieron buscar la cercanía de Jesús, sino al contrario, la impulsó a actuar, a tocar con esperanza lo que representa su conexión con el poder de Dios!
Amigo/a, ¿Cuántas veces te encuentras frente a desafíos aparentemente imposibles? ¿Cuántas veces el temor y la vergüenza te pueden mantener alejado/a de buscar la ayuda que necesitas?
Esta historia me ha ayudado a buscar a Jesús con Fe, aún en mis momentos más difíciles, creyendo que recibiría el milagro que esperaba.
¡Jesús está aquí para darte esa sanidad que tanto anhelas! Por eso, hoy, con humildad y en oración, comparte con Jesús cuál es el milagro que quieres recibir.
Sin duda la respuesta te sorprenderá. Estás en mis oraciones.