🎨 Eres su obra maestra
Una de las cosas que me encanta al leer Génesis 1, la historia de la creación, es reconocer cómo la Biblia deja claro que tú y yo somos la obra maestra de Dios. Si no me crees, te invito a leer este capítulo y a tomar nota de cómo, después de cada cosa que Dios va creando, aparece esta frase: “Dios consideró que esto era bueno.” Esta expresión se repite seis veces, una por cada día y lo creado en ese día.
Sin embargo, y aquí está para mí lo más hermoso de la historia de la creación: después de crear al ser humano, la fórmula cambia, por así decirlo. La Biblia nos dice que este ser fue creado a su imagen y semejanza. Y luego, tras haber creado al hombre y a la mujer, declara estas palabras: “Dios consideró que lo que había hecho era muy bueno.”
Para el Dios creador tú y yo somos su obra maestra, somos lo que creo muy bien, y me fascina este pensamiento, porque con mis 37 años, he tenido la oportunidad de ver algunas maravillas de la creación de Dios. El imponente mar, hermosas montañas, frondosos bosques, impresionantes cataratas y salvajes desiertos.
Quizá tú hayas podido ver más maravillas que yo, y tal vez, en el tiempo que me queda de vida, tendré la oportunidad de descubrir más. Sin embargo, todas estas cosas que nosotros llamamos maravillas, para Dios son solo buenas. Pero tú y yo, somos su creación muy buena. Para Dios, tú y yo somos la verdadera maravilla.
Esto dice el salmo 139:14; “Te alabaré, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho; maravillosas son tus obras, y mi alma lo sabe muy bien.”
Amigo/a, ¿Eres consciente de esta hermosa verdad? ¿Eres consciente del valor que tienes a los ojos de Dios, del hecho de que eres su obra maestra?
Hoy, Dios quiere recordarte que eres asombrosa y maravillosamente creado/a. Pero no solo eso, también fuiste creado/a con un propósito. Mira lo que dice Efesios 2:10: “Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.”
Nunca dudes del valor que tienes para Dios, ni del hecho de que Él te creó con un propósito, y si aún no lo conoces sigue caminando con Dios y Él guiará tu camino.