Amigo/a, eres especial

La Biblia es uno de los mayores tesoros que nos han sido dados por Dios a lo largo de los siglos.  El rey Josías lo sabía muy bien. Nieto de Manasés e hijo de Amón, vio tanto la preciosa transformación que experimentó su abuelo, como la destrucción repentina que sobrevino a su padre cuando se obstinó en seguir en sus malos caminos.  Josías tenía una determinación clara: quería seguir a Dios. Se esforzó por acabar con todos los ídolos, y mandó restaurar el templo de Jerusalén. Fue ahí cuando ocurrió lo inesperado: se encontraron los manuscritos de la Ley, que habían sido olvidados. Cuando los descubrieron, Josías se humilló delante de Dios, y mandó leerlos al pueblo. Desde ese momento, restauró todas las cosas que estaban escritas en la Ley, y todo el pueblo se volvió a Dios. ¡Dice la Biblia de hecho que la pascua que celebró Josías fue la más especial de la historia! Sí, dice la Biblia también que “no hubo otro rey antes de él, que se convirtiese a Jehová de todo su corazón, de toda su alma y de todas sus fuerzas, conforme a toda la ley de Moisés; ni después de él nació otro igual” (2 Reyes 23:25) Amigo/a, el hambre por Dios y por Su Palabra te preparan para disfrutar de la bendición de Dios. Dios busca personas que se conviertan a Él de todo corazón: esto es lo que hizo de Josías un rey tan especial, y es también lo que te hará especial a ti.  Déjame orar por ti: “Señor, te pido por Amigo/a, así como pido por mí mismo también: ¡haznos arder en el fuego de Tu amor! Que nuestro corazón te busque incansablemente, y que podamos ser usados por Ti para que nuestro entorno sea bendecido. ¡Gracias por todo, Dios mío! En el Nombre de Jesús. ¡Amén!”.

No lo olvides nunca: ¡Eres un Milagro!