🤼♀️ Entrenando juntos

Como te comentaba estos días una de las cosas que me ayudó a perseverar y a ser más constante en mi asistencia al crossfit, fue no hacerlo solo sino con un amigo de confianza. La verdad es que eso hace toda la diferencia, cada vez que yo no iba él me preguntaba: porque no había ido, o antes de la hora me escribía si quería que fuéramos juntos.
También durante el tiempo del entrenamiento, mientras estamos sufriendo en los ejercicios podemos darnos palabras de ánimo uno al otro, o aun reírnos del otro por las caras que hacemos y disfrutar del momento.
Sabes, de la misma manera, el entrenamiento de la fe, la carrera de la fe, no fue diseñada por Dios para que la hagamos solos. La vida de fe no es solitaria. Dios nos ha dado la comunidad de creyentes para apoyarnos, animarnos y ayudarnos a crecer. Juntos somos más fuertes y podemos cumplir mejor los propósitos de Dios.
Mi amigo, mi amiga, no intentes ser el llanero solitario de la fe. Cada uno de nosotros necesita del otro para seguir adelante, es como una frase que una vez un amigo me dijo; las cargas cuando las compartes se dividen y las bendiciones cuando las compartes se multiplican.
A esto se refiere la Palabra de Dios cuando dice que; “El hierro con hierro se afila, y el hombre con el rostro de su amigo.” (Proverbios 27:17).
Además, la Biblia está llena de diferentes “unos a otros”. Porque, aunque la salvación es individual y se vive en comunidad, yo necesito de ti y tú de mí para alcanzar la meta.
Amigo/a, si no estás viviendo esta experiencia el día de hoy, es tiempo de hacer algo al respecto, necesitas de una comunidad de fe que te ayude en este entrenamiento, que te anime, que te ayude en los días difíciles y con quien puedas disfrutar y compartir las bendiciones de Dios.
Por eso te animo a buscar una iglesia a la que puedas asistir, o unirte a un grupo de estudio bíblico. Y aparte de esto a orar que Dios ponga en tu vida un compañero espiritual con quien puedas compartir tu progreso y animarse mutuamente en la fe.
Mi oración para terminar esta serie por ti y por mí son las palabras de Hebreos 12:1: Por lo tanto, ya que estamos rodeados por una enorme multitud de testigos de la vida de fe, quitémonos todo peso que nos impida correr, especialmente el pecado que tan fácilmente nos hace tropezar. Y corramos con perseverancia la carrera que Dios nos ha puesto por delante.

