Amigo/a, Él sabe por lo que estás pasando
En ocasiones, a todos nos toca pasar por situaciones que nos sobrepasan, para las cuales no nos sentimos preparados.
Tras cenar con sus discípulos, Jesús fue al huerto de Getsemaní a orar, justo antes de que fuese capturado. Allí, dispuesto a afrontar la situación más dura por la que ninguna persona había pasado nunca, estaba listo para buscar al Padre en oración.
Jesús estaba acostumbrado a pasar mucho tiempo orando en el Monte de los Olivos, en concreto en ese pequeño jardín. Tal es así que Judas había dicho a la guardia de soldados que fuesen ahí para prenderle de madrugada, porque estaba seguro de que estaría orando allí con Sus discípulos a esa hora.
Puesto de rodillas, Jesús derramaba Su corazón delante del Padre, de una forma tan intensa que un ángel tuvo que venir a fortalecerlo, para evitar que desfalleciera. La Biblia, de hecho, dice que estaba en una gran agonía, y que el sudor de su frente eran “como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra” (Lucas 22:44). ¡Imagínate la lucha tan grande que estaba viviendo!
Sí, Jesús sabe lo que es experimentar angustia. Y es precisamente por eso que Él te entiende perfectamente cada vez que sufres, porque, como dice la Biblia, “no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, pues él fue tentado en todo igual que nosotros, pero sin pecado” (Hebreos 4:15, RVA). Él alcanzó la victoria en medio de las peores tinieblas, y gracias a su tiempo de oración en Getsemaní pudo levantarse, enfrentar la prueba, y vencer a la muerte.
Amigo/a, hoy puedes derramar tu corazón ante Jesús en oración y echar tu angustia sobre Él. Gracias a que Él ha vencido, hoy tú también puedes experimentar Su victoria sobre cualquier problema que te agobie. ¡Levántate con fuerza en Su Nombre, y avanza sin miedo!
Él está contigo