Amigo/a, 🗣️ El poder de lo que dices
¿Te ha ocurrido alguna vez que te levantas por la mañana y dedicas un tiempo a la adoración, pero apenas sucede algo insignificante y cambia el tono de tu día? Comienzas a quejarte por pequeñas cosas y críticas el comportamiento de los demás
Por eso es de suma importancia que te entregues completamente a Él. Cuando tomas la decisión de convertirte en instrumento de adoración, esta transformación debe reflejarse en todas las áreas de tu vida. Cuanto más te entregas en adoración a Dios, más te asemejas a Él.
Su Palabra dice en Santiago 3:9-10 (RVR 1960): “Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así”
Es imposible bendecir a Dios y al mismo tiempo maldecir a nuestros semejantes. No podemos expresar amor a Dios en un momento y luego hablar de manera que no edifique. Tus palabras tienen un poder increíble: pueden impulsarte hacia el crecimiento o sumergirte en la desesperación.
Amigo/a, ¿deseas experimentar a Jesús? Entonces la adoración no es un mero acto de religiosidad; sino un compromiso constante, impregnado de comprensión sobre lo que Él hizo por ti. A partir de este momento, permite a Jesús ser el dueño de cada pensamiento y palabra que emane de tu boca.
Permítele hoy al Espíritu Santo que ministre a tu corazón, mientras reflexionas sobre las palabras que has estado expresando. El Señor anhela guiarte para que reflejes su actitud en cada una de tus palabras y acciones.
Es mi oración que esta verdad se manifieste plenamente en tu vida.