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Fecha de publicación 21 de jun. de 2025

🪂 El milagro de la libertad

Fecha de publicación 21 de jun. de 2025

Me encanta este versículo: “Así que, si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres.” Juan 8:36.

Me encanta porque habla de una verdadera libertad, lo que al mismo tiempo parece implicar que existe una libertad que no lo es, ¿tú qué piensas?

La realidad es que el mundo y la sociedad nos venden tantas cosas como libertad, de hecho, para el mundo, la libertad suele definirse como la capacidad de hacer lo que uno quiera, cuando quiera y como quiera, sin restricciones. Algo así como:

  • Autonomía total: decidir por uno mismo sin depender de nadie.

  • Ausencia de límites: rechazar normas morales, espirituales o sociales que “limiten” el deseo personal.

  • Placer sin culpa: vivir según lo que produce satisfacción inmediata, sin importar consecuencias espirituales o eternas.

  • Autodefinición: ser quien uno elige ser, incluso en contra del diseño o propósito divino.

Pero la realidad, Amigo/a, es que esta “libertad” en realidad es una trampa, una trampa que conduce a esclavitudes emocionales, adicciones, relaciones rotas y vacío interior. Al final se convierten en cadenas en nuestras vidas.

Fue este tipo de “libertad” lo que me llevo a luchar como joven con una adicción a la pornografía por años. Si hubiera tenido límites sanos, probablemente podría haber tenido verdadera libertad mucho antes. Hoy puedo decir con gratitud que estoy libre de esa adicción, pero la manera en que obtuve esa libertad fue, en realidad, rindiéndome a Jesús.

Es como este testimonio que recibimos:

“Yo era una mujer consumida por los vicios y el alcohol. La vida del mundo era mi día a día. Pero hace dos años, antes del cumpleaños de mi hija, sentí una necesidad enorme de acercarme a Dios. Ese día me hice una promesa a mí misma: apartarme de esa vida, porque no quería ser ese ejemplo para mi hija. Para la gloria y honra de Dios, nunca más volví a sentir la necesidad de consumir esas cosas. Hoy estoy libre de esos vicios, y Dios también sanó la ansiedad que me consumía.” 

¡Eso es libertad! Y es lo que Dios sigue haciendo hoy.

Tal vez tú estás luchando con algo parecido. Quizá ya lo intentaste todo y nada te ha funcionado. Déjame decirte esto: Solo Cristo puede darte verdadera libertad. 

¿Estás dispuesto/a a someterte al único que puede darte verdadera libertad?

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¡Tu donación rompe cadenas, libera cautivos y lleva esperanza donde antes solo había opresión!

No lo olvides nunca: ¡Eres un Milagro!

Eleazar Diaz
Author

Pastor principal de una iglesia y director de un programa de discipulado y misiones en Guadalajara, México. Mi pasión es que cada persona pueda tener una relación intima y apasionada con Dios.