Fecha de publicación 11 de feb. de 2025

📕 El manual de entrenamiento

Fecha de publicación 11 de feb. de 2025

Una de las cosas que más disfruto de ir a crossfit es que cada día es diferente. En casi seis meses de asistir, ni una sola rutina de ejercicios se ha repetido exactamente igual. Aunque algunos ejercicios se repiten, el hecho de estar en una rutina distinta evita que se sienta monótono. Cada día puedo estar a la expectativa de qué ejercicio haré y cuál será su enfoque.

Esto es así porque la instructora tiene un plan, un manual que sigue para guiarnos con una meta clara: fortalecer las diferentes áreas de nuestro cuerpo. De la misma manera, la Palabra de Dios es nuestro manual de entrenamiento espiritual. Nos muestra el camino correcto, nos corrige cuando nos desviamos y nos equipa para vivir vidas santas. No podemos entrenar espiritualmente sin ingerir constantemente el alimento de las Escrituras.

“Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:16-17)

¡Una de las cosas más hermosas de este manual es que puedes leerlo toda una vida y aun así siempre vas a encontrar tesoros nuevos, enseñanzas nuevas de acuerdo con el momento de tu vida! No tienes idea de cuantas veces me ha pasado que un mismo versículo me habla de manera nueva y diferente dependiendo el momento o circunstancia que estoy pasando.

¡Y sé que no soy el único, he escuchado a pastores que dicen haber leído la biblia por 40 años y aun así tienen esta misma experiencia! Un versículo ya conocido de repente te muestra algo que no habías notado antes. Y es que, en el entrenamiento con la Palabra de Dios, Él va a hablarte de acuerdo a la necesidad de ese momento.

Con esto en mente, Amigo/a, quiero animarte a que hagas un plan de entrenamiento con la Palabra de Dios. Por ejemplo, a mí me ayuda mucho tener un plan de lectura, ya sea de toda la Biblia, de los salmos o de uno de los evangelios. Uno de los planes más clásicos consiste en leer cada día un salmo y un proverbio. Lo importante no es tanto cuál plan elijas, sino que tengas uno que te ayude a mantenerte constante en tu lectura.

Oremos juntos; Señor, enséñame a amar tu Palabra y a encontrar en ella la guía para mi vida. Ayúdame a aplicarla y vivir de acuerdo con tu voluntad.

No lo olvides nunca: ¡Eres un Milagro!

Eleazar Diaz
Author

Pastor principal de una iglesia y director de un programa de discipulado y misiones en Guadalajara, México. Mi pasión es que cada persona pueda tener una relación intima y apasionada con Dios.