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Fecha de publicación 25 de jul. de 2025

🏠 El enojo puede tocar tu puerta

Fecha de publicación 25 de jul. de 2025

Hemos llegado al quinto día, y hoy quiero comenzar abriendo mi corazón contigo acerca de lo que me ha pasado alguna vez: un desencuentro con una amiga muy querida.

Recuerdo haberme callado en el momento y volver a casa sin haber resuelto nada. Lejos de olvidarlo, me quedé dándole vueltas una y otra vez a lo que dijo, cómo lo dijo y cómo me hizo sentir… Y sin darme cuenta, el enojo se fue instalando.

Muchas veces pude disimular, pero otras se ha escapado en gestos o palabras que hieren. ¿Te ha sucedido?

El enojo es parte de la vida, sí… pero la verdadera pregunta es: ¿qué hacemos con él? ¿Lo ignoramos? ¿Lo justificamos? ¿Lo dejamos crecer en silencio?

Efesios 4:26-27 (RVR1960) nos da una guía clara: “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo.”

Pablo no dice que sentir enojo sea pecado. Lo que nos advierte es que no lo dejemos quedarse y gobernarnos. Porque cuando el enojo se guarda o se expresa de forma descontrolada, le estamos abriendo una puerta al enemigo: se cuela la amargura, el orgullo, la frialdad… y eso ya no pertenece a los hijos de luz.

Pero cuando, por amor a Cristo y porque ahora estás en Cristo, decides soltar, perdonar y hablar con verdad, algo empieza a cambiar. No siempre se siente alivio inmediato, pero sí estás eligiendo obedecer y vivir en libertad.

Amigo/a, ¡ya no eres esclavo de tus emociones! Jesús te dio una nueva naturaleza. Y en esa nueva vida, tienes el poder de elegir la paz, el perdón y la restauración. Yo lo viví. Y no solo sanaron mis relaciones, también lo hizo mi corazón.

¿Oramos juntos? “Señor, te pido que me llenes de tu revelación de quién soy en Ti. Anhelo vivir en mis nuevas vestiduras. No quiero guardar enojo ni dejar que tome el control de mi corazón. Que Tu amor sea tan real en mi vida, que Tu paz fluya como una consecuencia directa de Tu presencia en mí. Gracias porque estás obrando. En el nombre de Jesús. Amén.”

No lo olvides nunca: ¡Eres un Milagro!

Lorena Fitzgerald
Author

Formo parte del Ministerio de la Mujer de mi iglesia y hago coaching con mujeres. Disfruto compartir y ayudar a otros en su viaje espiritual.