🐑 El cordero perfecto
Seguimos en esta serie especial que tiene como propósito profundizar más en este tiempo de Navidad en el que estamos entrando. ¡Anhelo que esté siendo de mucha bendición para tu vida! Hoy vamos a centrarnos en Jesús como el Cordero perfecto.
Dios nos amó tanto que envió al Cordero perfecto, Él único capaz de restaurar lo que el pecado había roto. Nosotros no teníamos ninguna posibilidad de salvarnos a nosotros mismos.
De hecho, Su nacimiento marcó el inicio de una historia de redención escrita con amor eterno.En un humilde pesebre comenzó el plan que culminaría en la cruz, donde el Cordero de Dios entregaría Su vida por cada uno de nosotros. Dios nos entregó lo más preciado del Cielo. “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29, RVR1960).
Entregó Su vida en la cruz para que pudiésemos ser transformados y tener acceso a esta vida eterna. ¡Wow! Ese es el asombroso amor de Dios.
Por medio del sacrificio de Jesús, el camino hacia el Padre fue abierto, y ahora somos llamados hijos de Dios. Ya no hay separación, sino comunión. Podemos acercarnos con confianza al trono de Su gracia, no solo para recibir Sus bendiciones, sino también para experimentar Su Presencia y Su poder obrando en ti cada día.
Es ese mismo amor el que llevó a Jesús a dejar Su gloria en el Cielo y venir a este mundo, dispuesto a dar Su vida en la cruz por ti.
Amigo/a, el auténtico amor no deja nunca de dar.
Que en este día puedas experimentar y recordar todas las cosas que Dios ha hecho y está haciendo en tu vida, y que eso te lleve a seguirle más fuertemente.