🤩 Disfruta el proceso y no solo el resultado
Como te contaba hace unos días, en 2019 me propuse leer la Biblia en un año, pero la realidad es que me tomó dos años terminarla de principio a fin. Luego, en 2022, una vez más me propuse leer la Biblia en un año, y esta vez me tomó un año y medio.
En ambas ocasiones, el hecho de no lograr la meta en un año podría haberme desanimado y podría haberlo dejado simplemente. No tienes idea de cuántas veces he visto este patrón: amigos que han comenzado con todo el ánimo de leer la Biblia completa, pero que en el camino han dejado de hacerlo.
El tema es que, muchas veces, estamos tan enfocados en la meta, en la conclusión, en el resultado de nuestro propósito, que cuando esto tarda, cuando hay contratiempos, cuando no vemos avance o la meta parece muy lejana, empezamos a perder el ánimo. Con esto, también perdemos el deseo de continuar y, finalmente, abandonamos.
La mejor forma de evitar esto, así como la mejor forma de perseverar es disfrutar el proceso tanto como deseamos el resultado. Y si combinamos esto con nuestro “por qué”, ¡es aún mejor!
Por ejemplo, mi "por qué" de querer leer la Biblia completa era conocer más íntimamente a Dios. Esta era, y sigue siendo, mi motivación para leer la Biblia: crecer en intimidad con mi Dios. Al tener esto claro, pude disfrutar del proceso, aun si la meta tardó un poco más de lo previsto o deseado.
Amigo/a, cuando nos ponemos metas y propósitos, saber por qué lo hacemos es sumamente importante porque esto te dará la motivación para continuar y perseverar. Pero igual de importante es disfrutar el proceso, porque el valor de alcanzar una meta o un propósito no está solo en el resultado, sino en lo que vives y creces en el proceso.
Quiero finalizar con el versículo que se ha convertido en uno de mis favoritos en esta temporada de mi vida: "No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos." (Gálatas 6:9).
Que este año 2025 tu vida esté llena de la hermosa presencia de nuestro poderoso Dios, que este año puedas crecer a ser tu mejor versión, y claro tu mejor versión y mi mejor versión siempre será la que está más cerca de Dios.
Te deseo un año lleno de los milagros de Dios en tu vida.
