Amigo/a, Dios trabaja, ¿pero descansa?
En ocasiones, las responsabilidades del día a día, sumadas a los problemas de la vida, hacen que nos sintamos quemados, con ganas de irnos a la playa y desconectar de todo. ¿Te ha pasado esto alguna vez?
Sin embargo, ¿y si te dijese que hay una forma mejor que escaparse a la playa para lidiar con estos sentimientos? Dios es nuestro mayor ejemplo para ello. Jesús, cuando respondió a los judíos, les dijo: “Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo” (Juan 5:17). Dios no tiene horario de oficina ni se va de vacaciones, sino que sigue trabajando y obrando en nuestras vidas día a día, minuto a minuto. Y no solo en nuestras vidas, sino en el universo entero.
Por lo tanto, ¿podríamos decir entonces que Dios no descansa? No, al contrario. De hecho, la Biblia dice que Dios reposó de todas Sus obras en el séptimo día de la Creación, y que todas Sus obras “estaban acabadas desde la fundación del mundo” (Hebreos 4:3-4).
“Pero Christian, entonces, ¿Dios trabaja o descansa?”, te estarás preguntando. Dios trabaja y descansa, y quiere que nosotros también aprendamos a vivir en ese descanso. Eso es precisamente lo que vamos a analizar a lo largo de esta semana: cómo entrar el verdadero descanso de Dios, aun en nuestro día a día tan cargado de cosas por hacer.
¿Estás listo(a) para entrar en el reposo de Dios, |*FNAME|*? Vamos a orar: “Señor, te doy muchísimas gracias por amarme, y por darme Tu descanso, ese reposo perfecto que nada ni nadie más puede darme. Ayúdame a entenderlo más durante esta semana, y a aprender a vivir en él cada día de mi vida. ¡Gracias Señor! En el Nombre de Jesús. ¡Amén!”
¡Disfruta de este día!