📖 ¡Dios quiere hablarte!
“¡Escucha, oh Israel!”. Esta es la frase con la que comienza una de las oraciones más famosas de la Biblia, y me encanta. Cada vez que leo este inicio, lo primero que viene a mi mente es mi hija Elena.
Si te preguntas por qué, bueno, es porque ¡no sé cuántas veces al día le estoy pidiendo a mi hija que me escuche! Estos días han sido aún más complicados, ya que, por una infección en el oído, apenas puede oír bien. Esto me obliga, prácticamente, a levantar la voz para que me preste atención.
Si tienes hijos, probablemente te identifiques con esto. ¿Cuántas veces, como padres, pedimos a nuestros hijos que nos escuchen?
Con mi hija, suelen ser cosas que quiero pedirle o momentos en los que necesito que deje de hacer algo y me preste atención. Pero no puedo evitar recordar mi adolescencia, cuando eran mis padres quienes me pedían que los escuchara. A menudo, querían darme un consejo o señalar algo que yo no estaba haciendo bien
Así comienza esta famosa oración conocida como el Shemá. Shemá es una palabra hebrea que, literalmente, significa "escucha". Lo que más me gusta de esta oración es que el pueblo judío la recitaba al menos dos veces al día. Es como si con esto se estuvieran recordando constantemente la necesidad de escuchar, de poner atención.
Amigo/a, ¿cuántas veces al día te recuerdas que debes escuchar y poner atención a la voz de Dios?
Me resulta tan triste ver cuántos creyentes pueden pasar todo un día sin dedicar tiempo a escuchar, a prestar atención a la voz de Dios.
Hay un aspecto profundo en la palabra Shemá: no significa simplemente "oír por oír", sino escuchar para actuar. El Shemá es un llamado a prestar atención, no solo con los oídos, sino con un corazón dispuesto, con un deseo genuino de obedecer.
Y tú, ¿estás dispuesto a escuchar a Dios con el anhelo de obedecer su llamado?
“Escucha, oh Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor uno es. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza.” Deuteronomio 6:4-5