Amigo/a, 🫠Dios está contento contigo
Hoy llegamos al final de esta serie en la que hemos estado hablando acerca de cómo experimentar ese contentamiento divino en tu vida, en cada situación.
Dentro del tema de contentamiento, hay un apartado muy importante que no hemos abordado aún, y es el de contentar a los demás.
Creo que todos tenemos, en mayor o menor medida, una tendencia de intentar agradar, de contentar a las personas que nos rodean, sobre todo las que son importantes para nosotros.
Esto puede ser bueno cuando se hace con equilibrio. De hecho, la Biblia dice: "Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación" (Romanos 15:2).
Sin embargo, cuando estamos demasiado centrados en lo que piensan los demás, y tratamos de hacer lo que sea necesario para contentarles, ahí tenemos un gran problema.
El objetivo de nuestra vida no debe ser agradar a los demás: debe ser agradar a Dios. ¡Él es el único digno de toda nuestra devoción y adoración! Él es nuestro Creador, nuestro Salvador, y ante quien tendremos que dar cuentas...
A lo largo de mi vida, me he cruzado con muchas personas que creen que Dios está desilusionado con ellos, enfadado, o incluso molesto por sus errores.
Estas personas, llenas de acusación en sus corazones, tratan de servir a Dios, pero sienten que nunca consiguen agradarle. Se sienten fracasados, acusados, y no tienen esperanza.
Hoy me gustaría terminar esta serie dejándote este pensamiento: ¿Alguna vez habías pensado que Dios está contento contigo?
Mira lo que dice la Biblia: "Porque Jehová tiene contentamiento en su pueblo..." (Salmo 149:4)
Amigo/a, ¡Dios tiene contentamiento en ti! A pesar de nuestra imperfección y de los posibles errores que hayas cometido, ¡Él te ama, y traes gozo a Su corazón!
Te invito a que, en este día, te acerques con total confianza a Dios, a Aquél que te ama más que nadie, y a que puedas desarrollar un deseo cada vez más profundo de agradarle con todo tu ser. ¡Él realmente lo merece!